Siento el desdén del aterrorizado camino de amigos
el que un día son montañas
de alegrías
y otro son razón de agonías.
El que no entiendo si es por interés
o por saber que el
tiempo se les va
sin haber recogido el
cantico de su regocijo.
Siento el desdén del afuera
nativo de castigo,
por ver que aún hundidos son los hombres
son cauce de
olvido, del acarreado mundo
del saber que todo pasa por algo como por nada.
En esta tierra sabia del ascender
como del cielo acallado de su ver.
Siento un mundo
en un acabar de abismo,
cuando aterrados veo por el
ascender del mismo mundo.
Si ya fuimos
ascendidos al nacer
al ser únicos del tiempo de sí mismo,
creciendo entre los desbastadores de afanes.
Siento que ya crecemos por nuestro mismo querer de crecer
el mismo de nuestro ascender
de este mundo
acelerado que hoy vivimos,
descendiendo si no vemos el cielo de armamos
sin desdén del afán de tierra.
Autora: Lucía Pastor
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