Ese padre que reinaba princesas.
Ese padre que acariciaba tiempos,
siendo tormentas
en caminos de hechos,
de ese ser de padre
como del ser hijo,
en hombre sin pase.
Ese padre que acumulaba
bastones de apoyo,
para agarrarse en lugares de
estantes,
como en capotes de horizonte.
Ese padre que nos contaba
cuentos en realidades,
que de mayores
no nos hiciera sombra en soles,
brisa en lentitud de vientos,
ni acantilados del adentro mar de
cielo,
cuando mareas se acercan,
embraveciendo los pasos
de tierra de campos,
como de caminos de ribazos.
De ese padre que era calma
en valor y lucha de vida del
alma,
en el saber de la valentía de
maestría,
que en fuerza de tesón,
nos conduzco en fuerza a este
mundo,
mundo que en pronta se marcho,
en la osadía que nos dejo,
la semilla que de cosecha se
arriesgaría,
la que hoy sabía que vendría,
en trueques sin encajes
y sin estilas de corazones…
Autora: LucíaPastor
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