A veces de tanto querer
me retuerce el tiempo entre mis
sienes,
encadenado a ser mi fiel
prisionero.
El que no ve más que dos en
tres
en desterrados caminos,
abiertos a veces al mundo
y cerrados por el desdén
del mismo tiempo sin ver.
A veces de tanto querer
no veo ni cielo, ni tierra
después
que esclarezca mis sentidos.
Aquellos que sólo amando
son cielo abierto sin cubiertas
de espesos telos.
Cubriendo sólo lo que conviene
al estar de embriaguez de
sueño,
cuando duerme en tiempos
de despiertos cielos...
Autora:Lucía Pastor del libro "Tiempos y caminos" II
No hay comentarios:
Publicar un comentario