A veces el amor clandestino
cae entre los confines de cielos,
clavando las espinas retardadas
de la fuerza de la tierra,
escabullendo sus
pinchas
entre los amarrados destemples
cuando mujer eres.
Del ímpetu de su desdén
en recuerdos de su hacer,
los que aclaman discordias de luces
intercalándose con la atrayente luz
de la luna creciente…
A veces el amor clandestino
angora
aislándose del querer amar,
amando en el andar de la palabra escrita,
de la mirada sin letras,
de los
decadentes pasos de silencios ,
los que en tierra
destierra entre ribazos
como entre
liturgias de bazos,
acordonando nudos, a
veces formados
por nuestros mismos
orgullos,
como por la impotencia
del saber de la
palabra,
siendo retardada
por lo que acallada
habla…