domingo, 26 de octubre de 2014

LA VERDAD que tanto nos acarrea …

La verdad es débil pero fuerte en sus descendiente,
cuando se agarra por loscuatros costados en su verdad
de horizontes, ella no cambia,no modifica su idea ni su modelo
de estética, aunque pierda batallas sigue en su claridad
de verdad,ella es paz, es luz clarificando tierras.
Tierras atrapadas a veces de los inframundos, esperando
ser recatadas de ocultas mentiras, mentiras que aún
después de generaciones se pasean sin que las vean,
disfrazadas de galanterías, como de heridas convalecientes,
caminando de verdad por bandera, anulando a veces
a quien en verdad herida sangra y necesita la claridad
de ella para ser favorecida en la humanidad, creyéndola
y no poner de montera a la mentira por conveniencia,
de interés de sí mismo o por grandes del hacer,
por no mover los hilos ya puestos…

La verdad siendo un orgullo cuando se la defiende,
cuando se la señala siendo paz de sueños, de luz naciente,
que como rayo en estrella recoge el cielo deslumbrando
hasta el amanecer del sol a la tierra.Y que es hora
que nos acojamos a esa verdad que nos recuerda
como nos arraiga en rasgos y rostros siendo es única
en su conciencia como en su descendencia
para los que un día vengan y en orgullo
de herencia vivan, en este tiempo y en otros
 de generaciones de genes.

La verdad es felicidad en nuestras manos,
en el decir en la historia que es y fue insignia
de nuestro tiempo, sin batalla de lo vivido
y sin malogrados de injusticias. Es hora de verdad
sin ser presa de la mentira,  para compartirla
en vida como en naturaleza viva, de nuestro ser
como nuestro descender de las actitudes,
creciente de verdades  como de corazones…

Autora:Lucía Pastor

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