como hojas de árbol
entre espacios,
queriendo llenar
cada soplo que lo aleja
del fruto de su horno.
Como perdidos estamos
cuando nos alza al tiempo
el cambio de madurez,
el cambio que te induce
a la estrechez de fuerza de vida.
Y por qué si yo no tengo
tiempo de mi ser,
de mi escuchar sin fe,
de mi perder sin amar.
Sin amar si es tiempo perdido
tiempo muerto de cielos.
Perdida de amor estoy entre
laureles
de estampas sin colores,
cuando amar quiero
en tierra de cielo,
tratantes de cruces
a las llaves de
nubes,
aclarando causas
del ser vistas de linces.
Autora: Lucía Pastor
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